La Leyenda del Milagro de Nazaré

Cuenta la leyenda de Nazaré, que la mañana del 14 de septiembre de 1182,  D. Fuas Roupinho, alcalde del castillo de Porto de Mós, andaba de caza en sus tierras, algo que solía hacer con frecuencia, cuando avistó un venado (ciervo) y comenzó a perseguirlo.

Durante la cacería, el venado se dirigió para el litoral, en dirección a un acantilado del Sítio de Nazaré. De repente, sin esperarlo, todo empezó a cubrirse de una densa niebla que se levantaba desde el mar.

Cuando el caballero se dio cuenta de que estaba en la cima del acantilado, en peligro de muerte, reconoció que a su lado, se encontraba la cueva en la que se veneraba una pequeña imagen de Nuestra Señora con un Niño, y le suplicó en un grito desesperado a la Virgen: «Señora ¡Ayúdame!».

Inmediata y milagrosamente, el caballo se detuvo y clavó sus patas en un pico rocoso, suspendiéndose sobre el vacío, el Pico del Milagro, salvando así al jinete de una muerte segura, mientras el venado se precipitaba por el acantilado.

Imagen: Flickr-williamnyk

En agradecimiento, el noble caballero ordenó construir sobre la cueva, una pequeña capilla, la Capilla de la Memoria, en memoria del milagro acontecido. De esta manera, la milagrosa imagen de origen desconocido, podría ser venerada por sus fieles.

Ermita de la Memoria Sitio de Nazare
Imagen: Flickr- Ermita de la Memoria-Biblioteca de Arte / Art Library Fundação Calouste Gulbenkian

Cuando empezaron a deshacer el pequeño altar de la cueva, los obreros encontraron un cofre de marfil, que contenía algunas reliquias y un pergamino. En éste, se relataba la historia de la pequeña imagen tallada en madera, que representaba a una Virgen Negra sentada, amamantando a un Niño.

La lectura del pergamino permitió conocer la historia de la imagen, la cual, había sido venerada desde los primeros tiempos del cristianismo en Nazaret, Galilea.

La imagen fue traída a la costa atlántica, por Frei Romano, un monje de Cauliniana, y por D. Rodrigo, el último rey visigodo, permaneciendo desde entonces, en el mismo lugar, el Sítio de Nazaré.

En 1377, el rey D. Fernando (1367-1383), debido a la significativa afluencia de peregrinos, ordenó construir una iglesia, cerca de la capilla, donde fue transferida la imagen de Nuestra Señora de Nazaré.

Imagen: CM Nazaré

La popularidad de esta devoción, en el momento de los descubrimientos portugueses fue tan grande, que tanto Vasco da Gama, antes y después de su primer viaje a la India, como Pedro Álvares Cabral, que vendría a descubrir Brasil, vinieron en peregrinación a la Señora de Nazaré.

Los siguientes tres siglos fueron de gran expansión para el culto a Nuestra Señora de Nazaré, tanto en su Santuario, como en Portugal y en el «mundo portugués» de la época, que se extendía desde Japón hasta Brasil, donde se veneran algunas réplicas de la imagen.

A principios del siglo XVII, el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré, fundado por el rey D. Fernando, comenzó a reconstruirse y ampliarse, durando dichas obras hasta finales del siglo XIX.

Lugar Santuario de Nazaré-
Imagen: Flickr-French_landscape_photographer

Lo cierto es, que aún hoy en día, los visitantes del Sítio de Nazaré, pueden observan la marca dejada por la herradura de una de las patas del caballo de D. Fuas, en la punta de «Bico do Milagre», al lado de la Capilla de la Memoria.

Imagen: Flickr-Sergei Gussev

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