El pequeño archipiélago de las Berlengas, uno de los paraísos salvajes de Portugal, se sitúa aproximadamente a 10 Km de Peniche , es decir, a 6 millas al oeste del Cabo Carvoeiro.
Este archipiélago está constituido por tres islas, la isla principal, Berlenga Grande, arrecifes y por islitas graníticas y rocosas, Estelas y Farilhões (Forcados).
Islas Berlengas Reserva Mundial de la Biosfera
Clasificado como Reserva Natural desde 1981 y como Reserva Mundial de la Biosfera en 2011, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), este archipiélago presenta un importante y rico hábitat para las más variadas especies.
La isla de la Berlenga Grande, visible desde el continente cuando no hay neblina, es la única en la que existe ocupación humana, aunque muy reducida.
En su cima podemos encontrar el Faro Duque De Braganza, un punto de referencia de la isla, por las imágenes que ofrece, imágenes muy difíciles de olvidar.
En ella también se levanta el Fuerte de São João Baptista (San Juan Bautista), una fortaleza militar mandada a construir en 1651 por el Rey Juan IV, ligada a la isla por un pequeño puente.
Actualmente, el Fuerte de San Juan Bautista funciona como «casa-abrigo» de la Asociación de Amigos de las Berlengas, y es uno de los locales de alojamiento del archipiélago, contando con doce cuartos principales y ocho en la muralla, así como servicios de mini-mercado y restauración.
A parte de este alojamiento, la isla ofrece a sus visitantes la posibilidad de hospedarse en el «Pavilhão Mar e Sol” (Pabellón Mar y Sol) que cuenta con servicio de restauración, o en la Área de Camping, mucho más próximo a la naturaleza.
El acceso a la isla se realiza a través de barco, existiendo actualmente varias embarcaciones privadas.
Oestanguapo te recomienda el Berlengatur, actualmente el mayor barco marítimo-turístico para realizar la travesía. No pierdas tiempo y reserva aquí tus billetes.
La duración del trayecto es de aproximadamente entre 30 y 40 minutos y se podrá permanecer en la isla entre 5 y 7 horas, a no ser que se haya reservado alojamiento con anticipación.
Una vez en la isla, y si te es posible, no debes olvidar hacer un pequeño paseo en lancha por sus magníficas calas, grutas, pequeños islotes y rocas.
El paseo en barco, está considerado como una de las principales atracciones de la isla, y permite admirar sus famosas rocas con formas de animales, la Roca de la Ballena y la roca que evoca a la Trompa de un Elefante.
También, podrás conocer sus impresionantes grutas, la gruta del Furando Grande, la gruta Azul, la gruta de Flandes, la gruta del Covo do Sonho y la gruta del Furado pequeño, estas dos últimas sólo accesibles a pie o a cayak con marea baja.
Sin duda, un viaje a las Berlengas es inolvidable, y no solo por sus bellas playas, sino por los muchos encantos naturales a descubrir.
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